lunes, junio 05, 2006

SAAVEDRA

Con Tango, Historias recorrerá hoy las calles de un barrio de grandes extensiones y de baja densidad demográfica, obviamente si lo comparamos con los barrios más céntricos: estamos hablando del barrio de Saavedra.

Enclavado en una zona alta, con bonitas lomas o barrancas, Saavedra es un barrio tranquilo, con grandes arboledas.

Se puede decir que dentro de Saavedra hay tres barrios bien diferenciados entre sí: el barrio Presidente Mitre, a espaldas de la fábrica Philips, el barrio Presidente Roque Sáenz Peña, con casas bajas más importantes que las del Presidente Mitre, y el barrio Cornelio Saavedra propiamente dicho, muy residencial, con casas grandes con jardines.

En 1872, Don Florencio Núñez comenzó a comprar tierras en esta zona, y estableció su casa particular en Cabildo (que por entonces se llamaba 25 de Mayo) y Crisólogo Larralde (llamada entonces Acosta). Era la única casa del barrio con vereda. Lentamente, se fue poblando esta zona que Núñez loteó y vendió. Cuentan que Núñez fomentó la llegada del tranvía, abrió calles, construyó puentes y hasta donó una de sus casas para la construcción de una escuela.

En 1873, en el Parque Saavedra, que por esos años tenía un lago con puentes levadizos y góndolas, se funda el barrio y el acta fundacional se encuentra hoy en exposición en el museo Saavedra. La fundación se llevó a cabo en una cena en la que se cantó el Himno Nacional y se le otorgó el nombre de Saavedra en homenaje al presidente de la Primera Junta de gobierno.

En 1891 tuvo lugar la segunda fundación, junto con la inauguración de la estación del FC Gral. Bartolomé Mitre que impulsó el progreso de la zona.

En Saavedra abundaban las tabernas, los almacenes y las pulperías y más o menos en 1920, en el barrio aparecieron, ahí por la zona del puente Saavedra, los juegos clandestinos y la prostitución, lo que no le daba nada de buena fama al barrio. Cuentan que estos lugares estaban regenteados por los hermanos “Trifulca”, que por las noches pagaban un tranvía al que llamaban “el tranvía de los patos”, porque en él volvían calladitos y sin un centavo aquellos que habían ido a jugar clandestinamente.

La principal avenida de Saavedra es la Av. Ricardo Balbín, (ex Av. Del Tejar), tranquila y despejada, aunque a la altura de Donado y Holmberg recibe todos los automóviles que llegan por la ruta Panamericana.

La Av. Cabildo, es por donde pasan todos los colectivos y algunos micros de larga distancia y es donde se encuentran los comercios más importantes.

En la calle Holmberg, muchas casas tienen murales pintados en sus fondos, lo que es una verdadera muestra de artes plásticas.

Un lindo dato, el domingo 19 de diciembre de 2004, se realizó la esperada apertura oficial de la calle del Polaco con un festival musical a puro ritmo murguero. Los Reyes del Movimiento, Los Goyeneche y Los Magos de Saavedra fueron los Centro Murga encargados de ponerle color a esta fiesta organizada por el Club de Amigos del Polaco Goyeneche. Y podríamos decir que ningún vecino del barrio estuvo ausente en esa fiesta.

Y ya que le nombré a los Magos de Saavedra, le cuento que este Centro de Murga se formó en 1985 y funcionó hasta 1990. En el 2002 retomó su actividad y obtuvo el 1er premio en el corso de Villa Urquiza, repitiendo el 1er premio en el año 2002 en el corso de Saavedra y otra vez en el 2004 en el de Villa Urquiza. En el año 2003 fueron la murga más grande del carnaval porteño, con 420 integrantes. Sus letras hablan y homenajean tanto al Polaco Goyeneche como a Platense. Los miembros de la Murga van de los 4 a los 60 años y sus colores son el azul y el blanco.

El 25 de Mayo de 1942, en el centro del Parque General Paz, se inauguró el Museo Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, “Brigadier General Cornelio de Saavedra”. Es una casa de estilo colonial con rejas y tejas, y era el edificio central de la chacra que perteneció a Luis María Saavedra y a Dámasa Zelaya de Saavedra.

En sus salas, el visitante puede aproximarse a la vida cotidiana de la ciudad durante el siglo XIX y conocer los principales acontecimientos políticos, sociales y económicos de esa época. Se expone platería civil y rural, la ambientación de una tertulia porteña, cuadros, colecciones de peinetones, alhajas, monedas y armas, además de la moda masculina y femenina de los siglos XVIII y XIX.

Hace un ratito les contaba que en Saavedra había varias pulperías. Aparecieron con los primeros pobladores. La de la calle Pinto entre Arias y Ramallo era muy famosa, y era regenteada por su dueño Antonio Sarraino, a quien apodaban “Alpargata”.

Luego de las pulperías aparecieron las fondas o almacenes y las tabernas. Allí los parroquianos se divertían jugando a las bochas, sapos, tabas, etc. “El tropezón”, “La dientuda”, “La vasca Mariana” y “La vienesa” eran algunas de ellas.

Pero “La Sirena” merece un comentario aparte. Fue fonda, bar, restaurante y confitería sucesivamente mostrando con estos nuevos nombres los cambios del contexto social y económico del barrio hasta el presente. Al principio fue una fonda que funcionaba sólo 2 veces por semana. Los feriantes y los obreros de las fábricas saboreaban una rica sopa y el famoso puchero. Había bochas y hasta espectáculos de varieté.

Y quién no se acuerda del famoso boliche “El Cajón”, frente al actual Puente Saavedra. El nombre del lugar tiene, como muchas veces pasa, varias versiones. Algunos dicen que se llamaba “El Cajón” por la manzana en forma de ataúd. Otros dicen que el dueño de ese lugar fue dado por muerto por los médicos. Lo velaron normalmente y cuando el cortejo estaba llegando al cementerio, el féretro se empezó a mover. A pedido del cura fue abierto y el finado salió vivito, ya que había sufrido un ataque de catalepsia. El hombre, que era pudiente y agradecido, mandó construir esa casa en forma de ataúd. Una de las tantas historias de nuestra ciudad. Esta, la cuenta Edmundo Rivero en “Una Luz de Almacén, El lunfardo y yo”.

¡Qué barrio, Saavedra! ¡Cuántas historias y cuántos personajes!. Y si de personajes se trata, nada menos que el Polaco Goyeneche nació en este barrio porteño el 29 de enero de 1926.