La Paternal

Hoy hemos elegido para nuestro habitual paseo un barrio que , si bien es grande teniendo en cuenta su superficie, es poco poblado: La Paternal.
Es un barrio de casas bajas, tipo “chorizo”, típicas casas italianas en las que la cocina era un lugar muy amplio ya que quienes vivían allí pasaban mucho tiempo en ella. Casi todas tienen un pequeño jardín en el frente y atrás un espacio verde dedicado a la huerta y gallinero. Algunas de las casas de La Paternal tienen hoy más de 80 años, son de una sola planta, con un patio interior que distribuye a las habitaciones.
Antes de finalizar el año 1700, las tierras que hoy ocupa La Paternal pertenecían a los Padres Jesuitas hasta que fueron confiscadas por el estado. En 1827 el Presidente Bernardino Rivadavia hizo traer a colonos alemanes y funda el pueblo de Chorroarín, pero no fue una buena idea y en 1933 se distribuyeron chacras a colonos que venían de las Islas Canarias.
En 1855, Juan Farías, administrador de la Chacarita, compró estos terrenos y en el 1900 comenzó a empedrarse con adoquines de granito. En el centro de la calzada se construyó un cantero de 8m de ancho donde luego se colocaron las vías de los tranvías Lacroze.
Existen dos versiones con respecto al origen del nombre del barrio. Algunos dicen que se debió al pedido de una Sociedad de Seguros La Paternal, que era dueña de muchos terrenos de la zona y construyó numerosas casas para obreros. La otra versión, que es la que yo elijo, es que el nombre le fue dado por una pulpería conocida porque en ella paraban las carretas que iban a Luján pasando por el “camino a Moreno”.
La arteria más importante de La Paternal es la Av. San Martín. En ella se desarrolla toda la actividad financiera y comercial. En contraste con el resto del barrio, la avenida es ruidosa y activa, la transitan muchas líneas de colectivos y micros que circulan incesantemente.
Pero la más antigua del barrio es la Av. Warnes. En sus baldíos los dueños dejaban carros y camiones viejos y semidestruidos, lo que se llamó “Cementerio del Automóvil”. Así, sin proponérselo, fue naciendo una nueva actividad comercial: la venta de repuestos de todo tipo. Hoy, la Av. Warnes es reconocida nacionalmente y todos saben que allí puede conseguirse el repuesto más sofisticado al mejor precio, desde Paysandú hasta el cruce con las vías del ferrocarril.
En contraste, la Av. Garmendia se destaca porque en ella hay cantidad de puestos de flores, tal vez por su cercanía con el cementerio.
El puente de la Av. San Martín fue uno de los primeros puentes que tuvo la Ciudad de Buenos Aires. Su construcción se ordenó en 1906, pero fue suspendida en ocasión de la Primera Guerra Mundial en 1914. En 1923 se reactivó la ordenanza para su construcción. Hoy tiene 6 carriles y circulación en doble sentido. Desde 1974 se lo bautizó con el nombre de Puente Julio Cortázar.
Y no podemos dejar de mencionar el Albergue Warnes. Creado en 1950 por la Fundación Eva Perón para que fuera un Hospital de Niños y Epidemiología Infantil, nunca se logró su objetivo. Fue primero un gigantesco vaciadero de basura y más tarde vivienda precaria de personas que quedaron sin techo al incendiarse sus casas en una villa de Saavedra.
El Albergue, que nunca llegó a tener puertas ni ventanas, fue famoso por los operativos policiales ya que allí sucedían todo tipo de delitos.
Finalmente, el albergue Warnes fue demolido el 16 de marzo de 1991.
Nuestra recorrida va terminando. Nos queda recordar a importantes personajes de La Paternal.
Osvaldo Fresedo, por ejemplo. “El Pibe de la Paternal, como lo llamaban. Victoria Ocampo lo recordaba así en un prólogo que escribió en 1965: “... lo vi bailar por primera vez en la casa de mi abuelo. El caserón del fondo, con patio y magnolias, era invadido todos los jueves, lloviera o tronara por el “Pibe de La Paternal” y sus acompañantes. Nos encerrábamos en una salita y se bailaba tango la tarde entera”.
Otro personaje famoso de La Paternal fue Julio Cortázar, quien dejara el recuerdo en uno de sus libros expresando: “... el Cuyano pasó bajo el puente de la Av. San Martín, y vimos sus pitadas de desollado vivo”. Otro escritor, Julio Ravazzano Sanmartino. Y otro músico, Pappo, figura del rock desde los tempranos 60, integrante de Los Gatos, los primeros Abuelos de la Nada, La pesada del rock and roll, Pappo’s blues, Riff. Norberto Napolitano, “Pappo” falleció hace apenas un año como consecuencia de un accidente con su motocicleta.

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